dimarts, 5 d’agost del 2014

Julio superado... vamos a por Agosto

Hace un mes que llegamos a nuestra casa para pasar las vacaciones. Por delante, teníamos tres semanas de casal, que acabaron resultando ser 4 para algunos, y tres de campus de fútbol (que no hubo más porque no era posible, que si no..) y mientras me peleo con el mediano para que haga los deberes (esto es, ponerse al día con su libro de tareas de verano), me viene a la cabeza hacer un pequeño resumen de lo que ha sido julio para nosotros.

Mientras el padre de las criaturas sigue trabajando y viajando de Riadh a Dubai y durante estas 4 casi 5 semanas que han pasado desde que acabó la escuela en Lille, hemos podido compartir muchas horas con nuestras amistades. Por ejemplo, las cenas con amistades del colegio de nuestro mayor aquí, a los que hay que agradecer que sean tan simpáticas y tan atentas como para mantenernos en contacto con la vida de aquí y hacer posible que mis hijos puedan reincorporarse a la vida del pueblo como si nada ni ningún día hubieran pasado. Los nenes han disfrutado a lo grande de fiestas de cumpleaños, de tardes de piscina, de noches de charloteo hasta las tantas... y hemos comprobado que aunque pasen meses y meses en los que no se vean, esta tropa cuando se junta no muestra ningún síntoma de que el tiempo hubiera pasado y son capaces de retomar su amistad allí donde la dejaron. Esto, a las familias, nos asombra y nos hace felices! Esto mismo nos ocurre entre las madres, que somos las que más nos movemos en este sentido, que con cenas y mensajes de whatsup nos mantenemos en contacto y, personalmente, pienso que es todo un honor que me acojan de esta manera tan cariñosa e íntima. Gracias y mil gracias.

Del resto de amistades, incluyendo las que vienen de lejos, de Brasil, también hemos tenido noticias y oportunidad de reencontrarnos.

Desde desayunos, comidas, meriendas a cenas, hemos compartido todas las horas del día, algunos por partida doble y triple, y con otros todavía vamos a volver a repetir! Me encanta el verano! Porque los días son largos, hay muchas horas de sol y todos estamos más receptivos y dispuestos a movernos para organizar algo! Volverse a reencontrar después de meses en los que sólo los medios digitales nos han permitido saber los unos de los otros es algo tan especial! Ese primer abrazo de saludo, fuerte y sincero, lleno de tantas ganas de decirnos cosas es algo que te recorre todo el cuerpo, como una descarga eléctrica que te llega al cerebro y te dice "esto es lo que nos hacía falta!".

Pasearse por el pueblo, reencontrarse con los conocidos, que te reconocen y te preguntan si ya vuelves o todavía estás en Brasil, poner un poco al día a los que no se han enterado todavía que la vida ha cambiado un poco y sobretodo explicar porque estás "un poco" más gorda que la última vez también tiene su gracia, aunque ya empiezo a estar harta de las preguntas un poco fuera de lugar como las típicas "son todos tuyos?", "otra vez esperando?" o "pero cuantos piensas tener?" Se que ya lo comenté en el anterior post, pero es que ciertamente es lo que más hastío me está produciendo en este regreso ... preguntas que me hacen pensar que espera la gente que conteste y que me vienen ganas de responder con toda la sinceridad del mundo, pero que, por el momento, aguanto como puedo e intento ser discreta y educada, aunque con un mes por delante no se como voy a conseguir no dejar rienda suelta a mi inconsciente....

También me he reencontrado con mis contactos de facebook. Personas que existen en un plano virtual y de las que poco se en el plano físico, pero con las que siempre es una satisfacción poder tener una charla en persona, algunas por primera vez. Todavía me quedan un par de ellas con las que reencontrarme, o mejor dicho, encontrarme por primera vez, aunque haga años (en algunos casos más de 7!) que estamos en contacto pero que por una cosa o por otra (normalmente, limitaciones geográficas) no hemos podido tenernos a escasos centímetros. Estoy ansiosa por coincidir! Y poder saber al fin como suena su voz

Todo esto es la parte rosa de estas 4 semanas, pero también existe la parte oscura. Aquella parte en la que, pasados los primeros días o semanas, te das cuenta de que hay quienes se han acostumbrado a vivirte lejos y te sienten igual de lejos aún estando a escasos metros o kilómetros. Es inevitable que el hueco que dejamos cuando desaparecimos del día a día se haya llenado con otras cosas. Esa inseguridad hacia nuestra capacidad por podernos valer por nosotros mismos y sentir responsabilidad por nuestro bienestar ha desaparecido al estar años fuera del entorno de algunos, por lo que, cuando regresamos a nuestro espacio, seguimos "on our own" al igual que cuando estamos a miles de kilómetros. Choque con la realidad.

Quizás de manera inconsciente, o quizás por nostalgia de los tiempos pasados, regresar aquí sola con los niños está siendo a veces un poco decepcionante por eso mismo.... por sentirme sola. Hoy estoy un poco enferma, quizás con un virus, y también últimamente me siento más susceptible con lo que me pasa o con lo que se me dice, y quizás eso sea debido a mi embarazo y por eso me siento potencialmente triste hoy.... A veces me siento mal conmigo misma por haber esperado más de algunos, sobretodo cuando he abierto la boca y se me ha negado tal sentimiento alegando tal o cual razón, a mi punto de vista, resultado del egoísmo como mecanismo auto-protector en meses de distancia. Me digo a mi misma, que ya no volverá nunca a ser lo mismo, y que si me se sola cuando estoy lejos, me he de saber sola también aquí como parte de la normalidad de nuestra situación, aunque eso signifique que tenga que dar la misma responsabilidad a mi hijo de 10 años sobre las pautas de actuación en caso de emergencia familiar (esto es, que hacer y a quien llamar si a mi me sucede algo, porque aquí no se enteraría nadie si yo me vuelvo a caer redonda y estamos en casa nosotros solos).

Por suerte, la parte positiva supera a la negativa, pero voy a tener que escribirme en un post-it en mi escritorio que no vuelva a hacerme falsas expectativas de algo que mi parte racional me dice que es normal. Hemos salido de nuestro espacio y de la vida de varios. Cuando volvemos, quizás no sepan como volvernos a "meter" en sus vidas porque nuestra vuelta es temporal. Aún así, la soledad se hace más patente cuando estamos cerca que cuando estamos lejos, porque en el primer caso es explícita y en el segundo implícita.

Cuento los días que faltan para volver a estar juntos nuestra familia nuclear y volver a contar sólo con nosotros mismos. Casualmente, entonces, es cuando te sientes mal porque estás aquí pero ya no estás. Nosotros también hemos llenado nuestro hueco personal.