diumenge, 3 de maig del 2020

Primer domingo de mayo y ellas


Hoy es el día de la madre.

Hace dos semanas, aproximadamente, lo comentamos entre nosotras. Somos tres hijas y cuento con mis dos hermanas menores cerca de mi madre.

Ellas tres están confinadas, cada una, en su casa. Sólo mi hermana pequeña está compartiendo el confinamiento con su compañera de piso. Por lo menos una tiene con quien hablar sí quiere, pero mi madre y mi otra hermana están solas.

De vez en cuando les hago una llamada a 4 para tomar café y me consta que entre ellas se hacen diversas llamadas, por lo menos una cada día para oír a otro ser humano, para ejercitar las cuerdas vocales, para interesarse por como están, para sentirse menos solas en sus vidas confinadas.

Así que, hace ya diversos días que comentamos que hacer este día de la madre, porque siempre lo hacemos, pero este año es quizás más importante hacer saber a una madre que no está sola.

Y nos llevó diversos días e intercambio de mensajes decidir que es lo que queríamos hacer.

Para mí era importante que fuera algo que no pusiera en riesgo a mi madre. No pensé en comprar nada por Amazon que llevara un repartidor a su casa.
Para mi otra hermana, lo importante era que fuera algo que realmente a mi madre le gustara. Esta vez, no sería un ramo o una colonia, porque el regalo era el significado, la experiencia, y no el objeto.
Para mi otra hermana, lo importante era la personalización. Algo que hiciéramos nosotras y lleváramos nosotras.

Y las tres nos pusimos de acuerdo, y se preparó el regalo, desde el cariño y el corazón, las disponibilidades y la accesibilidad. 

Esta mañana, mis hermanas han quedado y han ido juntas a ver a mi madre. Yo he estado presente desde una llamada por whatsapp, y con todos los medios de seguridad puestos en acción: mascarilla, distancia de seguridad, geles desinfectantes y demás, el rellano de la escalera ha sido testimonio del día de la madre más surrealista, higiénico y distante, pero a la vez, el más tierno, el más personal, el más emotivo y el más significativo de todos los tiempos.

Y es que, una vez más, las celebraciones no son días marcados en el calendario, si no que es la motivación que los hace realidad. Hoy no es el día de la madre porque sea el  primer domingo de mayo y toque, si no porque hoy muchos hij@s hemos pensado en hacer saber de manera explícita a nuestras madres que, a pesar de la distancia, de estar confinados, de ser adultos maduros, de ser a la vez padres y madres o tener una vida estresante y ocupada que no tiene nada que ver con el niño o la niña que fuimos, a pesar de todo eso, hoy, volvimos a decir:

Mama, t’estimo!

Feliç dia de la Mare.