divendres, 7 de febrer del 2020

Que semanita....


Que levante la mano quien más ha tenido una semana de perros!

Aquí ha sido «interesante» por usar un adjetivo suave.

Empezamos por el lunes: visita al oftalmólogo de 3 de 6, de los cuales, 2de 3 salen con gafas... Uno sí lo esperábamos, pero la otra... se lo ha tomado fatal nooooooooooo, lo siguiente. Drama en la óptica, porque no quería gafas, ni tampoco escoger dos monturas, mientras discutía con la de la óptica, porque las monturas y los cristales entran por la seguridad social, pero ellos insistían en hacernos pagar, o en obligarnos a coger otras monturas y no otras, después de que number 3 se hubiera decidido, al fin, por dos… Un desastre de tarde, con number 5 y 6 hasta las narices de andar en consultas o en tiendas, desesperando impacientemente.

El martes, maratón de actividades extraescolares, ya que el padre de las criaturas, últimamente, no está para los días de horarios imposibles: los martes, tres criaturas han de estar en tres lugares diferentes, en tres horarios muy similares. Quiero volatilizarme, directamente, ese día….

Llegamos al miércoles, y la cosa no mejora. Llega la regularización de la factura de la luz, clasca… así, sin anestesia, y yo, para “alegrarlo”, meto, sin darme cuenta, el móvil en la lavadora, programa de sintéticos, eso sí…. Un desastre… Siempre me ha dado pavor meter el móvil en la lavadora, y mi miedo se ha hecho realidad… Y no es la primera vez, que mi móvil acaba pasado por agua, nooooo! Soy reincidente, por lo que tengo ya una amplia experiencia contrastada en no tomármelo mal… La cosa fue así:
- Metí mi móvil en mi bolsillo trasero, con su funda azul marino
. bajé al sótano, y me agacho para clasificar la montaña de ropa a lavar. Me decanto por poner una de negros y azules oscuros

mascáis la tragedia ya, verdad?

- El móvil cae de mi bolsillo, directamente sobre la montaña de ropa, del mismo color.
- cojo toda la ropa y la meto directamente en el bombo. Cierro y pongo en marcha.
- Subo arriba, y mi TOC me avisa de que debo buscar el móvil
- Busco en la cocina, no… en el baño, no… en mi despacho, no… y vuelvo a empezar
. Pido que me llamen, y suena, pero no lo oigo
- Me resisto a bajar al cuarto de la máquina
- Finalmente, abro la máquina, a medio programa, y saco toda la ropa a mogollón, mojadísima, la echo en el suelo, y busco en el bombo, que tenía 3 dedos de agua, por si está allí… Por suerte, no está… bufff
- Vuelvo a proceder a meter la ropa en el bombo… y allí en el suelo, sí… allí estaba… chorreando agua por todos sus orificios… encendido, con una llamada perdida… pero no responde…

Fin del asunto. Muerto el móvil, sin fotos, ni agenda, ni nada… me siento fataaaaaaaaaaal….


Pero aquí no acaba la semana no.

Obviemos el jueves, que tuvo su gracia también, y vayamos a hoy, viernes.

Hoy, el padre y number 3 se marchaban con el club, en autobús, a mediodía, para una competición internacional. Así que después de una mañana ajetreada, recojo a number 3 en el instituto, y decidimos patinar y comer juntos, haciendo tiempo para la salida del bus. A 10 minutos para marcharse, el padre me pide las llaves de mi coche, para cambiar las cosas del suyo, que lo va a dejar allí para la vuelta, y así me llevo yo las cosas a casa.
Aquí se masca la tragedia de nuevo,verdad…

Efectivamente.

Se marchan, y a las 14h50 aproximadamente, a 10 minutos para ir a recoger a number 2, empiezo a buscar las llaves de mi coche, como una loca, en mi bolso.

No está en un bolsillo, ni en el central, ni en la cremallera posterior, y vuelta a empezar…

Me resisto a llamar al padre, porque suelo perder las llaves, dar un susto del 15, y al final están en el fondo del primer bolsillo que miré… pero pienso, y si no? Está en un autobús que se aleja cada vez más, y yo en 10 minutos debo empezar a recoger a niños en colegios diferentes.

Le llamo y, ups! Tiene las llaves, y el autobús no va a dar la vuelta. Tengo las llaves de casa en el coche, por lo que estoy sin transporte ni casa.

Las llaves de backup no pueden llegar antes de las 17h15, así que tenemos que pensar rápido.

Empezamos a andar hasta el colegio de los dos mayores. Nos lleva 30 minutos,. Son las 15h30 y ya estaban nerviosos por no haber nadie allí. Entonces, transporte público, con trasbordo incluido. Mientras, gestionando que los tres peques se queden en la guardería. No tengo chaqueta, la dejé en casa. Así que como todavía falta una hora para que lleguen las llaves, decidimos refugiarnos en un fournil, y entre todos, sucumbimos al azúcar en vena, de tal modo, que la vendedora se queda aturdida con tanto croissant, donut, chocolate caliente, café con leche y tartaletas diversas...Todos estamos muy cansados, nerviosos, agotados… yo, de tanta adrenalina y mala leche contenida, pero aún con humor, pensando en que nos hemos dado un paseo que de otra manera, probablemente, nunca hubiéramos dado. Y pienso, que mi madre, a mi edad, jamás hubiera hecho tal cosa….




Llaman del cole, puesto que son más de las 17h30 y number 6 no tiene más guardería. Así que llamo a una madre amiga, para que recoja a los tres junto a su hija, y se los lleve a casa. Bien

Llega el backup de llaves, me llevan a casa, y oh! Sorpresa! Las llaves no tienen la copia de la nueva puerta de jardín, que mide metro ochenta y tiene unas puas enooooormes en la parte superior. Me planteo saltar, pero me da bastante respeto que me quede empalada (vaya! Pienso… hemos llegado hasta aquí, y esto pinta mal)…. Al final, decido saltar pero por encima del buzón que queda al lado, trepando por la puerta justo a poder alcanzar pasar por encima.

Bien! He pasado.

Entro en casa, recupero las llaves, y ayudo a pasar a number 1, y le advierto de los peligros de que el resto pase y no tenga en cuenta ciertas medidas de seguridad… pero parece que los adolescentes se piensan que son inmortales, una vez más, y pasa de todo lo que le digo: que si la manta encima de los pinchos, que si una silla para no tener que saltar… bla bla bla piiiiiiiiiiiii debe escuchar él, porque me ignora.

Y una vez de nuevo en la calle pienso, que mi madre, a mi edad, jamás hubiera hecho tal cosa, en absoluto….

De ahí, me llevan de nuevo a donde está mi coche. Son las 18h30, y la última vez que intenté abrir el coche con las llaves de backup no funcionaron… Esta vez, el destino me lo pone un pooooooco más fácil, y a la primera, se abre! Bieeeeeeeeeee! Allí me esperan las llaves de casa! Síiiiiiiii! Ahora sólo tengo que preocuparme por que number 6 no esté llorando mucho con su canguro improvisada, y que el resto de la comitiva que debía saltar la valla en mi ausencia no haya sufrido ningún incidente a lo “hijo de sisí emperatriz”… mi mente sólo imagina situaciones accidentosas, con final muy chuuuuuungo.

Cojo a los nenes, y volando a casa, mientras pienso que no, seguro… mi madre, a mi edad, jamás hubiera hecho tal cosa, en absoluto yo rotundamente confirmado cuando, por fin, le cuento todo lo sucedido, ya con el final feliz.

Llego a casa y, efectivamente, me han ignorado y saltado por donde les ha dado la gana….

Todo está bien, lo que bien acaba….

Y me voy a echar al sofá.

Decididamente, no. Mi madre no hubiera llegado hasta aquí.