diumenge, 17 de novembre del 2013

Visita al museo del juguete antiguo, en Wambrechies







Durante las pasadas vacaciones escolares de otoño tuvimos la oportunidad de visitar el museo del juguete antiguo de Wambrecies




El museo ocupa la parte baja y sótano del castillo de Robersart


Construido el 1760, debe su nombre a la mujer de su último morador: "le vicomte Martel Obert de Quévy en fait l'acquisition. Époux d'Alexandrine Robert de Robersart, il est le dernier seigneur de Wambrechies. Il en fut aussi le maire pendant près de 40 ans. Sa nièce, Juliette, Comtesse de Robersart, fut la dernière habitante. Elle y est morte, célibataire, en janvier 1900 et a laissé son nom au bâtiment. "


El museo es un viaje al pasado. Las primeras vitrinas quizás sean las más impresionantes, pues en ellas aparecen muñecas y muñecos representando escenas muy duras y difíciles de entender. Los juguetes son básicamente de temática de guerra: hospitales de heridos, batallas, representaciones religiosas, fiestas populares, personajes políticos, tanto aliados como nazis... Los niños quedaron muy chocados y los adultos (yo y mis suegros) también.

Mi primera reflexión fue ¿Estamos en un museo de historia o de juguetes? ¿Qué debía pasar por la imaginación de esos niños, que tenían para jugar un muñeco vestido de soldado, monja o cardenal?
¿Era la infancia de esos niños una infancia feliz? Esos niños jugaban a representar los roles de la sociedad de su época, marcada claramente por la primera y la segunda guerra mundial. Una época muy oscura de Europa: hambre, odios, miedo, tristeza... y en medio de todo eso, los niños jugaban en la calle a los finales felices, o a los o tan felices... quien sabe.

Mis niños observaban a los batallones de soldados, dispuestos en rigurosos escuadrones, tras los tanques, entre trincheras. En otras escenas, los trenes habían sido víctimas del sabotaje de la resistencia, y en otra, un muñeco había perdido literalmente la tapa de su cabeza, bajo la mirada de la enfermera que corría a socorrerle...

No era la idea que habíamos tenido cuando decidimos visitar el museo. De repente, nuestra visita había tomado un rumbo un poco oscura y decidimos no pasar mucho más rato allí, no sin antes darle una ojeada al segundo nivel del museo.
Por suerte allí los juguetes tenían otro objetivo: allí se representaba a la "infancia feliz", o no! Pero por contraste con los del nivel superior esa fue la impresión que nos llevamos: ositos de peluche, muñecas que tomaban el té, cacharros de cocina, una boda, una fiesta de muñecas barbies... un recorrido por lo que debía ser los juguetes posteriores a las dos grades guerras. 

Entre vitrinas ya un poco más alegres se podían encontrar juguetes de madera que los niños podían tocar y usar. Pasamos un buen rato jugando a soplar bolitas para hacerlas caer por agujeros, o hacer resbalar discos de madera en casillas puntuadas. Pusimos a prueba nuestra puntería y nuestra táctica! Y al final los niños se lo pasaron genial.

Un recorrido de la historia a través de juguetes que van desde finales del s. XIX a los 60's

Aquí un enlace a algunas imágenes del museo:


























































Curiosidades:

Si os apetece conocer Wambrechies y pasar unos días allí, al buscar alojamiento, echad un vistazo a esta opción:
Se trata de un negocio que ofrece la posivilidad de pasar una noche en contenedores marítimos, acondicionados como habitaciones de hotel. Desde luego, una opción diferente y para los más atrevidos puede ser interesante.... Si alguien se atreve, que no deje de contárnoslo!

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada