Estoy de exámenes
Hace dos semanas que tengo
la mesa llena de post-its, subralladores, bolígrafos, libros y
apuntes abiertos por la mitad. Mi agenda está llena de
planificaciones y se me acumulan los folios con resúmenes impresos
encontrados por Internet.
Recuerdo esos
días idílicos de estudio de la universidad, donde me levantaba, me
vestía, cogía el bus y me plantaba en la biblioteca... 6,8 o 10 horas
seguidas, sólo parando para comer, descansos que eran realmente
descansos. Compañeros de estudio con los que compartir horas de silencio y concentración, dudas, discusiones sobre teorías y resolución de
ejercicios... eso ha quedado muy atrás.
Ahora, mis descansos son
para poner la lavadora o hacer la comida, planchar la ropa de mañana
o recoger los juguetes por enésima vez. Mis horas de estudio se
extienden a todo el momento del día en el que no duermo, no como, no
atiendo a los niños o no estoy con las cosas de casa... aunque estas
últimas son las que más pagn el pato en la escala de prioridades. Y no hay más compañeros con los que compartir dudas que los que están al otro lado de la pantalla.
Mi tiempo efectivo de
estudio se reduce, durante el día, a 10 minutos seguidos de
concentración (juas!!) y durante la noche, desde que hay silencio
hasta que me invade el sueño (una hora?) El resto, tácticas para
maximizar la comprensión (que no la memorización) : subralladores,
post-its en los lugares más insospechados, resúmenes a colores,
leer, releer y volver a leer, soñar con la teoría que acabas de
leer, esquematizar los esquemas, buscar la relación mnèmica que más
cómoda me sea y seguir para adelante.
Seguir, porque no quiero
dejarlo, aunque haya momentos del día en los que piense que esto no
es para mi en esta etapa de mi vida, aunque luego vienen otros en los
que el temario me viene a mi y me descubro haciendo una disertación
sobre los procesos de la memoria o las etapas del desarrollo infantil
según Piaget al costillo o a unos amigos... Entonces, me reafirmo a
mi misma y me digo que si, que yo sirvo para esto, y que aunque
lento, al final lo conseguiré, aunque por el medio tenga que hacer
algún que otro parón.
Y de parones e
interferencias, lo que más me desespera. Si me siento a leer me
avisa fb de que tengo un mensaje nuevo, o tengo una necesidad
imperiosa de mirar si mi whatsup ha recibido algún nuevo mensaje,
porque tengo desactivadas las alarmas para que no me desconcentren.
Si no es la tecnología, son las necesidades de alguno de los que
viven aquí: un vaso de agua, un pipi, la hora del baño y no hay
tohallas, ayuda en los deberes... hay horas del día en los que,
directamente, sería más beneficioso para mi salud mental no abrir
ni los libros y dedicarme a otras cosas, y no dormir por las noches,
para aprovechar el silencio para concentrarme.
Cada etapa tiene sus pros
y sus contras. Estudiar de adulto es mucho más gratificante, porque
uno sabe lo que quiere y para que lo quiere, que le va a costar y que
va a poder obtener luego. Por contra, encontrar un entorno favorable
para poder seguir el ritmo es dificilísimo, puesto que las
universidades no entienden de conciliación familiar. Si estudias es
porque puedes seguir el ritmo, sin excepciones, ni una sóla
concesión a la individualidad: si tienes una entrega y tu hijo ha
tenido una mala noche, con lo que no te suelta ni a sol ni a
sombra... pues haberte planificado mejor y haber hecho el trabajo con
tiempo... si tienes un examen y coincide con el festival de final de
curso de tus tres hijos, pues también te aguantas, tu sabrás que es
lo primero :( y así, suma y sigue (he escrito todo este párrafo con
la repeque colgada al brazo, enseñándome lo guapa que está después
de haberse pintado ella solita los labios de un color rojo intenso
que ni Marilyn...
Y el día del examen? Esta
es otra! Tengo examen de 20:00 a 21:00, online. Esto significa que,
para mi bienestar emocional (y el del resto de la familia) es mejor
que pasen el día fuera, hasta que "todo haya pasado".
Dónde puedo enviar a 5 personas todo el día? Sin que se agobien? Si
los dejo en casa, renuncio ya al repaso final, del que con
probabilidad depende el éxito de la prueba, pues necesito trabajarme
el aspecto de la seguridad personal. Yo se la teoría, yo puedo
aprobar...
En fin! Dejo ya las
disertaciones, y me vuelvo al estudio del último tema del examen de
mañana... con Frozen de fondo...
yo puedo, yo puedo.. es mi
mantra....
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