dijous, 9 de gener del 2014

14 horas de ida... 14 horas de vuelta.... en coche!

Acabó el 2013 e iniciamos el 2014 con ilusión, con planes y proyectos, con muchas ganas y, esperemos, que con menos cambios que el año pasado, al menos a nivel de residencia!

Pero vayamos por partes. Cómo han ido/sido estas vacaciones navideñas?

1300 km, aproximadamente, nos separan Lille de Barcelona. 2 horas de avión, 11h30min de coche, según GPS. En octubre miramos vuelos, pero ya os podéis imaginar que para 6 personas y sus 6 maletas para 10 días la cosa estaba un poco difícil (y, seamos realistas, donde se meten todos los regalos navideños a la vuelta??) así pues, le dije al costillo: Cariño, podemos probar de hacer este viaje en coche, a ver que tal... A lo que respondió, uff! Me dejas más tranquilo, porque el tema vuelos está muy difícil..... Difícil equivale a caro, según el vocabulario del padre de las criaturas, así que de este tema no se volvió a hablar, u todos aceptamos que el viaje sería en coche, en nuestra C8.

Para ello había un pequeño detalle que debíamos solucionar antes de la fecha: 22 de diciembre, y era comprar un cofre de techo donde poner las bolsas de mano, como mínimo. Se supone que tal "proyecto" sería ejecutado y supervisado por el macho alfa de la familia, peeeeeeeeeeero ya os podéis imaginar... llegó el día, y no había cofre.... Da igual! Dije... años de jugar al tetris deben servir para estas situaciones, no? Así que, bajo la premisa: minimizar bultos, hice el equipaje: dos maletas grandes, dos pequeñas, un macuto, otra maleta con "compras que los niños no debían ver", tres bolsas con comida y bebida para llevar a casa y otra bolsa con "provisiones" para el viaje (principalmente, dulces, patatas, bocadillos, agua, refrescos y café!, por Diós! Que no falte el café!)

El plan era el siguiente: el costillo se iría a dormir a las 21:00 del sábado y el resto nos quedaríamos despiertos todo lo que aguantáramos: los niños, viendo películas o haciendo manualidades y yo, pues cerrando la casa, que se traduce en hacer lavadoras, secadoras, planchar, dejar la casa completamente limpia, etc.)

Las 23:00 y la mediana se va a dormir con su padre
Las 00:00 y la re-peque se queda frita (intermitentemente) en la hamaquita
Las 01:00 y el mediano duerme a pierna suelta en el sofà
Las 02:00 y el mayor ya no es capaz de discernir los colores de las mini-piezas del hama y le aconsejo que se estire en el sofá

... yo sigo a lo mío... intentando tenerlo todo listo para las 03:00

Las 03:00 y desde el piso de abajo oigo la alarma por vibración del móvil del padre.... cero respuestas... pienso que en breve oiré la ducha, y sigo planchando y recogiendo
Las 03:45 y decido subir al cuarto para ver el estado de la situación... resultado? El padre da un salto de la cama a la ducha, reconociendo lo que yo ya sabía... se había quedado frito.... en fin

El resultado, en lugar de salir a las 04;00 conseguimos tener el coche cargado y los niños metidos en sus sillitas, con sus pijamas, batitas de estar por casa y sus mantitas de viaje, en medio de la noche, a 5 grados, mientras voy cerrando puertas, calefacción y luces a ritmo de el cubo de fregar y el mocho. Casa cerrada y limpia. Torre de control? permiso para despegar!

  • Cariño, no me despiertes hasta dentro de 4 horas....dije antes de perder la referencia con el mundo de los despiertos...
Lo siguiente que recuerdo es una parada, dos horas después, para poner gasolina y despejarse un poco, momento que la prole aprovechó para abrir los ojos y preguntar donde estábamos. La re-peque se puso impaciente y hubo un conato de que el resto de las 9 horas de viaje fueran un tormento, pero después de volverla a dormir al pecho y convencer al resto que hasta que no saliera el sol (o similar, mínimo las 9 de la mañana) era mejor que se durmieran o el viaje sería muuuuuuy largo.
De nuevo, ruta, esta vez, una hora más y se fuerza el cambio de conductor. He dormido unas dos horas, pero creo que puedo conducir bien. Son las 9 de la mañana y hemos dejado ya París a nuestras espaldas.

Conduzco 1 hora más, antes de que paremos para vestir a los niños, demos desayunos en el coche y pasemos por los servicios.

Tres horas más y parada para comer: bocadillos de jamón y cheddar y unos yogures bebibles que nos hacen recuperar las fuerzas
Cambio de conductor y siesta de los niños, hasta la frontera
Precioso el acueducto de Milaou! Y más si tenemos en cuenta de que estamos a 100 km de la frontera !!! nos vamos poniendo nerviosos

Los niños ya preguntan cada 5 minutos si estamos llegando. Las pelis parece que ya no son una distracción y empieza a molestarse unos a otros.

Por fin! La frontera! Aprovecho para llamar a la familia e informarles de donde estamos, ya que tienen pensado venir a recibirnos a casa, igual que hacían cuando veníamos en avión, y cenar todos juntos unas prometidas pizzas del restaurante de Castelldefels, la Pava.... mmmmm recuerdos de infancia!

Las 6:30 y llegamos a nuestra casa. Hace bastante más frío que en Lille, es de noche y no hay nadie para recivirnos. Los niños se entristecen un poco, pero al abrir la puerta y recuperar sus juguetes, su cuarto, el olor de nuestro hogar... pronto se olvida todo.

20 minutos después, aparecen los primeros abuelos, y una hora más tarde la casa está llena de tíos, tías, primos y más abuelos, todos contentos, abriendo los quesos que hemos traído, la cerveza negra y calentando el horno para preparar las pizzas! Ya es navidad! Ya estamos en casa!

Después de eso, han pasado 10 intensos días en los que no hemos parado. Así resumiendo rápido:
  • hemos tenido compañía para desayunar, comer, merendar y cenar, a veces, hasta trasnochar y los niños, incluso compañía nocturna para aprovechar las horas al máximo con sus amigos
  • hemos visto a la gran mayoría de las personas a las que queremos y apreciamos! Incluso ha habido oportunidad por recuperar el contacto con algunas personas que han sido importantes en algún momento de nuestras vidas y a las que habíamos perdido el contacto! Que felicidad!!!
  • Silla vacía en la comida familiar del 26, ojos cristalinos y palabras de recuerdo. Abrazos y recuerdos silenciosos de quien no está ya. Navidades cargadas de tristeza y de nuevas rutinas para combatir la añoranza.
  • Teatro, mueso del Barça, pelis de estreno, reunión con la FIEC, incluso nos ha visitado un equipo de reporteros de 8tv para grabarnos la mañana de reyes!! una experiencia increíble!
  • Fin de año, creo que coincidimos todos en que ha sido el mejor de estos últimos 5!!! con brindis especial por este 2014 que estará lleno de novedades y decisiones importantes, un hotel rural en el Berguedà, paseos por la montaña, comida buenísima y fiesta de fin de año increíble! Momento inolvidable?? ver bailar a los peques en la pista y partirte de la risa tonta que te da la felicidad máxima... y pensar en que formar una familia ha sido la mejor decisión que hemos podido tomar en nuestra vida.... (momento ñoña, me permitiréis.. je je e je)

Y a todo esto, llega el día de la marcha. De nuevo, decido trasnochar para preparar las cosas y que el costillo duerma. Esta vez, el objetivo es salir a las 3 de la mañana. Mis suegros me traen las provisiones (bocadillos de jamón bueníssimos9 a las 2 y se despiden de los niños). La mediana duerme en el sofà, los niños juegan con sus video-juegos nuevos de la wii, que se tienen que quedar en casa, y la peque todavía está dando guerra). No puedo creer que sean las 2 de la mañana y todavía me falten todas las maletas, la lavadora esté funcionando y los baños estén por limpiar.

- Las 03:00 y falta tantas cosas que decido que mi marido siga durmiendo mientras termino
  • Las 04:00 y le despierto. Mi maleta falta por preparar. Tengo 4 maletas grandes, 2 pequeña
    s, el macuto y 10 bolsas de mano llenas de peluches, puzzles, barbies, lego.... aceite, una pata de jamón, latas de conservas (es que no hay olivas decentes en Francia!!! y atún mmmm ) millones de abrigos, zapatos nuevos, libros.... y no... no caben en la c8 (porque, tachán!!! seguimos sin el cofre que dijimos que compraríamos estas navidades)..

Pasamos hora y media intentando meter cosas en el coche, y llega el momento de la realidad: hay que dejar cosas.

Decido que el aceite se queda, 10 litros... las conservas también, y lo que había en la nevera... y empiezo a decidir que juguetes se quedan y cuales se vienen.... me parece que los puzzles no son importantes, y los legos tampoco... el resto, lo intento compactar al máximo.

Por fin el coche está cargado, aunque parezca que yo me quede en tierra. Mi asiento, en el que se supone que debo dormir para poder descansar y hacer mi turno, no permite ni que me siente, menos poner los pies correctamente. Me pongo hecha un ocho, como puedo, con las bolsas bajo mis pies, y encima de mis piernas. En los asientos traseros la cosa no mejora. Mi hijo mayor casi ni se distingue, entre tantos bultos, y en la fila del medio, suerte que son todos peques y en el hueco de los pies van mil cosas.

  • Cariño, voy a dormir.
    Son las 5:30 cuando salimos finalmente de casa, y no cabe ni una sola aguja en el coche (de nuevo, "buenos pensamientos" a cerca de la idea de tener un cofre)

Una hora más tarde, siento una parada en una área de servicio. 10 minutos para cerrar los ojos. Una hora más tarde, cambio forzado de conductor, La verdad, no podía con mi alma, y a las 09:00, hora y media después, de nuevo cambio... pero los niños han dormido hasta pasadas las 11:00 de la mañana! Nada mal! De ahí, parada para ir al servicio, un par de veces, comer los bocadillos (esta vez en marcha) y hemos conseguido igualar la duración de la ida, a pesar de perder hora y media de atascos en París (martes, cuatro de la tarde, día laboral... era de esperar).

Todo eso, con el coche hasta los topes, cumpleaños de la mediana, sueño contundente y lluvias hasta llegar a la mitad de Francia.... y no hemos acabado tarumbas! (eso si! El mayor ha dicho que, ahora que sabe lo que es un viaje de 12 horas en coche, él se va en avión a la próxima!)

Y ya, llegamos a casa, deshacer maletas, poner lavadoras, caldear las habitaciones... y suerte que el miércoles es festivo y lo usaremos de "cojín" amortiguador de los excesos de horarios, actividades y descontrol general.

Hoy ya todos a la escuela, ya todos a madrugar, de nuevo vuelta a la rutina habitual, a estudiar, preparar exámenes (tengo uno en 10 días!) y pensar en las asignaturas a las que me matricularé. Coordinar visitas, pensar en viajes y lugares por conocer, a la vez que, en breve, tendremos nuevo periodo vacacional escolar, de aquellos que no tienen sentido...

Pero bueno! :) la vida en Francia es así! Echar de menos a la familia y amigos de casa, también a los de Brasil, mientras vamos haciendo nuevos lazos en este lugar del mundo, el Norte.

Feliz 2014 lleno de aventuras, o al menos, eso se va a intentar!

P.S: Si alguien tiene referencias o conoce de un lugar donde comprar un buen cofre, que se acuerde que aquí, esta familia, necesita comprar uno ur-gen-te-men-te!



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