Son las 10:20. Falta poco
para que sea el momento de empezar a ir hacia el cole, a por la
re-peque.
Hace semana y media, casi dos, que empezó la escuela, y es
duro para ella y duro para mi. Cada mañana sigue llorando, aunque
reconozco que cada vez menos, y su profe ya me dice que, el resto del
día, lo pasa bien, que sólo es la despedida (mensaje que me suena,
ya lo tengo muy oído de la mediana! Que se ha pasado muchos meses
haciendo lo mismo).
Hablando de la mediana, hoy me ha sorprendido con
un "mama, hoy entro sola en clase!"... si si! Claro! Por
supuesto! Y se ha ido tan ancha y pancha! Quien hubiera dicho, hace
tan sólo un curso atrás, que este día llegaría!!!??? triste, por
ese indició de independencia, y feliz! Por estar haciendo bien el
trabajo hacia su seguridad en si misma y autoconfianza. Se hacen
mayores!
Pues mientras en casa todo
es tranquilidad, me decido a escribir un poco sobre nuestra última
experiencia en Lille. Aprovecho que, de fondo, tengo puesto online la
retransmisión de los actos del tricentenario del 11 de setiembre.
Hoy, junto con Sant Jordi, es uno de esos días en los que se siente
más la distancia con respecto a los de casa! Han sido tres años de
movilización ciudadana en los que no hemos podido estar presentes,
aunque, de una forma u otra, hemos colaborado en todo lo que nos ha
sido posible. Este año, como el anterior, desde Bruselas, que no es
menos! Somos la Catalunya exterior y no creo que nuestras acciones
sean menos importantes en este proyecto, si no todo lo contrario. En
fin! Hoy les toca a los de casa.
Yo me pongo al tema.
Qué es la Braderie?
Pues
es, resumiendo rápido y mal, el evento de mercado en la calle mayor
de toda Europa. Se celebra el primer fin de semana de setiembre (este
año, 6 y 7 de setiembre) y permite tanto a los propios moradores de
Lille como sus comerciantes, poner un puesto en la calle con sus
productos, que pueden ir desde ropa, muebles y objetos de segunda
mano, como antiguedades o producto nuevo.
...
Aquí hice una pausa, que
me fui al cole. Ahora vuelvo a ponerme, con la re-peque en el sofá,
durmiendo a pierna suelta... de nuevo, traquilidad.
Como decía! Puedes
encontrarte de todo! Desde verdaderas inutilidades, pongos y basura
(hay gente que no tienen pudor a la hora de pretender vender
cualquier cosa) a verdaderas oportunidades, tanto por su exostismo
como por su precio.
"
Ses
origines remontent au xiie
siècle
et elle accueille chaque année entre deux et trois millions de
visiteurs. La braderie de Lille est l'un des plus grands
rassemblements de France et le plus grand marché
aux puces
d'Europe.
"
La
Braderie
par François
Watteau(1799-1800)
L'histoire
de la braderie
de Lille
remonte au Moyen Âge ; la première trace écrite date de 1127
dans les récits du chroniqueur Galbert
de Bruges1.
La Foire de Lille (ou Franche Foire2)
se tenait à l'époque après l'Assomption
sur la place du marché, l'actuelle grand
Place de Lille3
; des commerçants étrangers à la ville pouvaient y vendre
exceptionnellement leurs produits. Cinq foires flamandes, avec celles
d'Ypres,
Bruges,Torhout
et Messines
se succédaient au cours de l'année et étaient complémentaires des
foires
de Champagne
pour le commerce des tissus1.
La
foire se développa au XIIe et XIIIe siècle ; elle durait à cette
époque 30 jours, dont les 15 premiers étaient consacrés à
l'installation des marchands4.
La
foire perd de son importance au xive
siècle quand la ville passe sous domination française après la
guerre
de Flandre
; sa date est décalée au 27 août et elle dure cinq jours2.
En 1446, Godin Maille et Pierre Tremart, deux marchands de volailles,
décident de s'installer sur la foire pour vendre des harengs
et des poulets
cuits avec une autorisation de vendre5.
En flamand « rôtir » se dit « braden
», il se pourrait que ce soit de là que le mot « braderie
» tire son nom6.
À la fin du xve
siècle, la foire est rallongée de deux jours2.
Elle
commence à se transformer en vide-grenier
au début du xvie
siècle5,
lorsque les domestiques obtiennent le droit de vendre les objets
usagés de leurs patrons entre le coucher et le lever du soleil7.
En 1523,
la date est fixée au 30 août (ou le 31, si le 30 est un dimanche)
et la durée à sept jours ouvrables2.
Au xviie
siècle, les marchands n'attendent plus la foire pour vendre leurs
produits du fait de l'amélioration des voies de transport. Ils
viennent moins nombreux, mais les artistes ambulants, eux, y sont
plus nombreux5.
Durant
le xixe
siècle, des bourgeois suivis par des camelots venus d'en dehors de
Lille
viennent également vendre leurs objets5.
En 1873, un chroniqueur remarque que l'esprit braderie est en train
de disparaître8.
Entre la fin du xixe
siècle2
et le début du xxe
siècle9,
les frites font leur apparition. Puis entre le milieu du xxe
siècle et les années
1960,
la braderie devient un grand marché dépourvu d'intérêt à cause
des guerres et des reconstructions d'après-guerre. Dans les années
1970,
du fait de la dénonciation de la société de consommation, la
braderie renaît8.
La tradition des moules-frites de la braderie de Lille apparaît à
cette époque10." (wikipedia.fr,
fecha de recuperación, 11/09/2014)
Así pues, la braderie se
viene celebrando ya desde el 1127, como una excusa para que los
comerciantes extranjeros (los no residentes en Lille) pudieran vender
los excedentes anuales, de manera excepcional... a modo de rebajas...
y quizás esta sea la esencia de la braderie, un "lo tiramos
todo por la ventana" y aquí tanto las tiendas como los
particulares, sacan sus productos de almacén/garaje... verdaderos
chollos para algunos :)
Article
détaillé : Moules-frites.
Tas
de moules traditionnel.
Les
« bradeux » flânent ou fouinent et finissent par s'arrêter pour
manger des « moules-frites
», plat traditionnel de la braderie. Les restaurants de la ville se
lancent un défi pendant l'évènement : celui qui aura devant son
enseigne le plus gros tas de coquilles de moules
vides.
En
2009, cinq cents tonnes de moules et trente tonnes de frites ont été
consommés durant la braderie11."
(wikipedia.fr, fecha de recuperación 11/09/2014)
Así
es! Una de las grandes tradiciones de la braderie es comerse los
tradicionales moules-frites (mejillones cocidos al vapor o con otras
salsas, acompañados de un bol de patatas fritas), en plena calle. La
verdad es que, sean moules o sean hot-dogs o sandwiches vegetales, la
braderie es una oportunidad para pasar el día entero en la calle y
quedarse o bien a comer o bien a cenar, si uno no tiene reparos en
comerse lo que el de cualquier establecimiento que saque una bbq en
medio de la calle le prepare...
(nota: después de las fotografías, algunas recomendaciones)
Algunas
observaciones y recomendaciones:
- Es mejor hacer una visita a primerisima hora de la mañana o de la tarde. Quizás por la tarde-noche haya menos personas, aunque aún así, hay que ir preparado para encontrarse una gran muchedumbre.
- Transporte público, bus, metro o tranvía, pero nada de coche. No existe posibilidad de moverse por el centro o menos aún de encontrar un lugar para dejarlo aparcado, a no ser que uno se arriesgue a dejarlo en lugares de dudosa legalidad/seguridad. Durante el fin de semana, por ejemplo, los vecinos del centro quedan sitiados y no hay posibilidad de entrada o salida de vehículos, desde que se pone la primera parada hasta que se recoge, el domingo a las 18:00
- Si se va con niños, mejor no perderlos de vista. Es facilísimo que se pierdan!
- Hay que tener en cuenta que no es un día ni para visitar un baño público o de cualquier establecimiento ni de quedarse a comer/cenar, sobretodo si se está delicado de salud o se es muy propenso a las intoxicaciones. Es un día que todos los restaurantes están desbordados por la alta afluencia, pero es que además se ponen más mesas de las habituales, en medio de la calle, y aunque se contrate a personal excepcional, la higiene, la calidad y el servicio dejan bastante que desear. No es que no recomiende no consumir! Pero si valorar la posibilidad de programar la visita sin que sea necesario comer o cenar, o bien traer la comida a cuestas y aprovechar cualquier lugar para tomarlo con tranquilidad y proseguir la visita.
Es
impresionante, ciertamente, ver como la ciudad se transforma. A
demás, si acompaña el buen tiempo, como fue el caso, es
increiblemente interesante pasearse y observar lo que se ofrece!
Gente cargando sillones y cuadros antiguos por la calle, en el metro
con taburetes vintage... Creo que es imprescindible de ver! Una gran
curiosidad!
Aquí
os dejo! Me vuelvo a sumergir en la retransmisión de la diada! Que
ahora viene lo bueno !!
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