dimarts, 17 de març del 2020

Día 3


Día 3, corregido del día 4, pero primero de la realidad....

Lo más destacable del día de hoy es que hoy ha sido el primer día de ensayo con los horarios de teletrabajo. Unos lo han cumplido, otros han chocado con la realidad obstinada de que no se trata de trabajar media hora al día y listos. Los han ahogado, literalmente, en tareas.

A mediodía el caos era tal, entre los que no podían entrar en las plataformas de trabajo, los que no sabían que tenían que hacer, el que no se enteraba de nada o la que todavía no había recibido tareas, mezclado con los dos peques que tenían sus disputas diversas, mientras que number six iba haciendo pis por todas partes.... que los he llamado todos al orden: reunión de crisis.

Qué se ha hablado en la reunión de crisis? Pues que esto no puede ser todos los días como el de hoy. Hay que madrugar, hay que colaborar en casa, hay que hacer las tareas y, en definitiva, intentar mantener un orden y un respeto para con el bienestar de todos. No se puede hacer lo mismo que cuando estamos de vacaciones, porque no lo estamos. El padre trabaja, y yo debo tener mi tiempo para trabajar, o esto no va a funcionar.

Parece que la reunión ha surgido efecto, porque a partir de entonces los ánimos se han calmado un poco.

Y lo siguiente destacable del día, a parte de chocar con la realidad de la escolaridad en casa, ha sido la realidad en la calle. En previsión de que se decretara toque de queda y se cerraran algunas ciudades francesas, y en vista de que había rumores de que esto va para unos 45 días como mínimo, y antes de que impongan alguna medida de racionamiento para evitar que unos se queden con todo lo del supermercado, he decidido hacer una escapada para comprar 4 cosas que faltaban en casa.

Al llegar, ya no había ningún carro. Se tenía que esperar a que, de uno en uno, la gente los fuera a devolver, y pillarlos antes de que algún listo te adelantara por la derecha. Esto me ha puesto bastante a la defensiva.

Al entrar, el paisaje era desolador. Estanterías vacías, de manera selectiva. No había frescos, como fruta o verdura, ni pan en ningún formato, ni en molde. Tampoco había carne, ni pollo ni pescado. Nada de quesos rallados o en lonchas, cero yogures.... Curiosamente, si había conservas y si había verduras congeladas (pero no pizzas....) Leche desnatada sí, pero entera no. Pañales de todas las tallas, menos de la T5, que es la que buscaba. Había de la T6, pero son muy grandes, aunque, como era lo único que había, he cogido un paquete, de los 10 o 15 que podía haber en aquel momento. Pues en 2 minutos, no se quien ha venido, però cuando he vuelto a mirar, ya no había! Cómo es posible??!

La gente está muy muy muy mal.

Porqué comprar como si fuera a cerrar el supermercado? A caso saben algo que yo no sé?

Me ha dado una torta la realidad de la situación. La turba no piensa. La turba tiene miedo.

Y los estados lo están comprobando.

Mientras te sientes dueño de tu vida, de tus derechos, actúas de manera controlada.

Aquí no nos estamos jugando sólo la salud de los más débiles. Aquí estamos retrocediendo en muchas cosas, igual que pasó en el 11M, o recientemente con los atentados terroristas atribuidos a fanátivos religiosos extremistas.
Estamos comprobando diversas cosas, entre ellas la solidaridad pero también la ausencia de ella. La gente es egoísta, no sólo por no quedarse en casa, si no por acaparar producto que no va a consumir!

La gente compra cartones y cartones de tabaco, kilos de pasta y arroz y galletas y pizzas. La gente ha dejado a las farmacias sin stock, ni geles, ni mascarillas, ni paracetamol. La gente sigue haciendo sus aperitivos con sus patatas y su cerveza, que no es que esté mal, pero es que tiene kilos y litros de ellas, mientras que otros no tienen nada. O lo que es peor! Si no hay pasta de trigo, se la compran sin gluten, dejando a las personas que sólo pueden comer ese tipo de pasta sin.

Hay que reflexionar mucho.

Sobre nuestra fragilidad real. Vivimos en una burbuja, porque el azar ha querido que nos tocara este lado del hemisferio y este continente.

Sobre la fragilidad de la salud, porque hoy estamos bien, y mañana alguien puede decidir si nos entuban o no, en función de unos parámetros que introducen en un cuestionario

Sobre la fragilidad del bienestar emocional. Porque creemos que lo controlamos todo, però en realidad es falso.

Falso.

Ni controlamos, ni somos inmunes, ni nos hemos ganado la vida que tenemos. Y todo puede desaparecer en un minuto, como los pañales de la T6.

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