Día 3, corregido del día 4, pero primero de la realidad....
Lo más
destacable del día de hoy es que hoy ha sido el primer día de
ensayo con los horarios de teletrabajo. Unos lo han cumplido, otros
han chocado con la realidad obstinada de que no se trata de trabajar
media hora al día y listos. Los han ahogado, literalmente, en
tareas.
A
mediodía el caos era tal, entre los que no podían entrar en las
plataformas de trabajo, los que no sabían que tenían que hacer, el
que no se enteraba de nada o la que todavía no había recibido
tareas, mezclado con los dos peques que tenían sus disputas
diversas, mientras que number six iba haciendo pis por todas
partes.... que los he llamado todos al orden: reunión de crisis.
Qué se
ha hablado en la reunión de crisis? Pues que esto no puede ser todos
los días como el de hoy. Hay que madrugar, hay que colaborar en
casa, hay que hacer las tareas y, en definitiva, intentar mantener un
orden y un respeto para con el bienestar de todos. No se puede hacer
lo mismo que cuando estamos de vacaciones, porque no lo estamos. El
padre trabaja, y yo debo tener mi tiempo para trabajar, o esto no va
a funcionar.
Parece
que la reunión ha surgido efecto, porque a partir de entonces los
ánimos se han calmado un poco.
Y lo
siguiente destacable del día, a parte de chocar con la realidad de
la escolaridad en casa, ha sido la realidad en la calle. En previsión
de que se decretara toque de queda y se cerraran algunas ciudades
francesas, y en vista de que había rumores de que esto va para unos
45 días como mínimo, y antes de que impongan alguna medida de
racionamiento para evitar que unos se queden con todo lo del
supermercado, he decidido hacer una escapada para comprar 4 cosas que
faltaban en casa.
Al
llegar, ya no había ningún carro. Se tenía que esperar a que, de
uno en uno, la gente los fuera a devolver, y pillarlos antes de que
algún listo te adelantara por la derecha. Esto me ha puesto bastante
a la defensiva.
Al
entrar, el paisaje era desolador. Estanterías vacías, de manera
selectiva. No había frescos, como fruta o verdura, ni pan en ningún
formato, ni en molde. Tampoco había carne, ni pollo ni pescado. Nada
de quesos rallados o en lonchas, cero yogures.... Curiosamente, si
había conservas y si había verduras congeladas (pero no pizzas....)
Leche desnatada sí, pero entera no. Pañales de todas las tallas,
menos de la T5, que es la que buscaba. Había de la T6, pero son muy
grandes, aunque, como era lo único que había, he cogido un paquete,
de los 10 o 15 que podía haber en aquel momento. Pues en 2 minutos,
no se quien ha venido, però cuando he vuelto a mirar, ya no había!
Cómo es posible??!
La
gente está muy muy muy mal.
Porqué
comprar como si fuera a cerrar el supermercado? A caso saben algo que
yo no sé?
Me ha
dado una torta la realidad de la situación. La turba no piensa. La
turba tiene miedo.
Y los
estados lo están comprobando.
Mientras
te sientes dueño de tu vida, de tus derechos, actúas de manera
controlada.
Aquí
no nos estamos jugando sólo la salud de los más débiles. Aquí
estamos retrocediendo en muchas cosas, igual que pasó en el 11M, o
recientemente con los atentados terroristas atribuidos a fanátivos
religiosos extremistas.
Estamos
comprobando diversas cosas, entre ellas la solidaridad pero también
la ausencia de ella. La gente es egoísta, no sólo por no quedarse
en casa, si no por acaparar producto que no va a consumir!
La
gente compra cartones y cartones de tabaco, kilos de pasta y arroz y
galletas y pizzas. La gente ha dejado a las farmacias sin stock, ni
geles, ni mascarillas, ni paracetamol. La gente sigue haciendo sus
aperitivos con sus patatas y su cerveza, que no es que esté mal,
pero es que tiene kilos y litros de ellas, mientras que otros no
tienen nada. O lo que es peor! Si no hay pasta de trigo, se la
compran sin gluten, dejando a las personas que sólo pueden comer ese
tipo de pasta sin.
Hay que
reflexionar mucho.
Sobre
nuestra fragilidad real. Vivimos en una burbuja, porque el azar ha
querido que nos tocara este lado del hemisferio y este continente.
Sobre
la fragilidad de la salud, porque hoy estamos bien, y mañana alguien
puede decidir si nos entuban o no, en función de unos parámetros
que introducen en un cuestionario
Sobre
la fragilidad del bienestar emocional. Porque creemos que lo
controlamos todo, però en realidad es falso.
Falso.
Ni
controlamos, ni somos inmunes, ni nos hemos ganado la vida que
tenemos. Y todo puede desaparecer en un minuto, como los pañales de
la T6.
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