diumenge, 22 de març del 2020

Día 8


Día 8. Una semana y un día.

Hoy he llorado cuándo hemos conseguido que nos aceptaran el pedido de la compra online.

Una cosa tan cotidiana como hacer tu compra en el chronodrive se ha convertido en un lujo y dar gracias al azar de haber sido afortunada por haber podido seleccionar uno de los pocos slots que van saliendo con cuenta gotas.

Mañana, si todo va bien, tendremos más agua y leche, y pan de molde, y cereales y más cosas. No hay azúcar ni huevos.

Si mañana consigo traerme a casa lo que hemos pedido, voy a volver a llorar.

Supongo que es producto de la inseguridad que empieza a producirnos esta situación, porque, una cosa es quedarse en casa por dos semanas, igual que hacemos cuando estamos de vacaciones, però con la nevera llena, o sabiendo que, en cualquier momento que se nos apetezca, podemos ir al supermercado y comprar lo que necesitemos, y otra muy distinta esta situación que estamos viviendo ahora.

Igual cuando vamos a por agua, no hay.
Igual cuando necesitemos leche, no venden.
Igual haciendo colas interminables en el supermercado, es cuando se nos pega el bicho....

Hemos pensado que, haciendo las compras antes de que se nos terminen las existencias, es mejor, por eso de asegurarse con tiempo poder reponer los productos en un sitio u otro, y también hemos reflexionado sobre el echo de que es menos arriesgado ir a un centro de recogida de pedidos que ir al supermercado y tener que hacer la cola, pasearnos por los pasillos por donde deambulan cientos de personas cada día y tener que interactuar con una cajera que tiene que manipular todos los productos que compran los clientes y, a veces, incluso cobrar con monedas y billetes.

Eso es un elevado riesgo de exposición que no quiero asumir. No puedo asumir.

En cambio, un punto de recogida, el producto viene del almacén directo al maletero y es manipulado con guantes y en ningún momento intercambias nada con la persona que te sirve el producto, ya que has pagado online y te escanea el código del pedido.

Un acto que hemos hecho centenares de veces, y que ahora se ha vuelto un motivo de dar gracias al destino por poder acceder a tu compra.

Hemos decidido que, puesto que ya salí para ir a urgencias y a la farmacia, pero el resto de la familia no ha salido desde el viernes pasado, seré yo quién vaya a por él.

Aquí en Francia, debes imprimirte un formulario para poder salir de casa, por si te para la policía, donde expreses el motivo por el que has roto el confinamiento.

Debería ir también a por fruta, pero está un poco más lejos que el punto de recogida de la compra, y se trata de una especie de mercado cubierto. Y yo empiezo a estar asustada, porque cada vez se leen más noticias avisando de que el sistema está al borde del colapso y de que hay mucha gente de mi edad ingresada en estado grave.

En estos momentos, en nuestra región (https://www.bfmtv.com/sante/coronavirus-856-cas-confirmes-dans-les-hauts-de-france-1879478.html ) hay 856 casos confirmados. Con los primeros casos confirmados de deceso por su causa el 25 de febrero. Hasta el momento, 91.

En toda Francia, en estos momentos, 562 defunciones, 112 en las últimas 24 horas. Recordemos que Francia tiene unos 60 millones de personas, frente los 48 casi e España, donde se han dado ya más de 1000 muertes... Un 50% menos de casos, aproximadamente.

Desde diversos grupos de whatsapp empiezan a llegar los primeros relatos de casos directos de gente ingresada. Algún caso de fallecido de familiares de amigos de estos grupos. Ya no son personas de China, Corea del Sur o Italia. Ahora son casos de gente de la que se tiene constancia por terceras personas, con nombres y apellidos.

Por suerte, de momento, ninguno de nuestros conocidos ni familiares han dado positivo que sepamos, o muestra indicios de enfermedad.

Ojalá sigamos así.

Aguantemos unas semanas más.

Demos tiempo a la comunidad médica a digerir este pico de casos graves y a saber más sobre como se comporta este bicho, para poder controlarlo.

Queda mal si digo que tengo miedo? Mama, tinc por.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada